Sabe cómo hacer dinero. Tiene ojo para las mercancías, ojo para los clientes y ojo para los empleados. El armario de su dormitorio está lleno de ojos diversos y polifacéticos, celosamente guardados en frascos individuales y perfectamente conservados. Todas las mañanas consulta su agenda y examina la colección con cuidado para encontrar los que mejor combinan con los asuntos del día. Reniega a cada rato cualquiera que sea su elección, porque rezuman un líquido incoloro que nunca reconoce como la humedad del llanto.
Seleccionado para la antología del X Certamen literario «Canyada d’Art» 2019.
Sé el primero en comentar