Mi madre nos explica a menudo los sucesos del día en que mataron a papá. Los militares arrastrando hasta el muro a todos aquellos que pensaban que habían cometido traición. Cómo los condenados cerraban los ojos para no ver los fusiles. El estampido de la detonación y la sonoridad de los cuerpos golpeando el suelo. Aquel sargento sin cerebro que lleno de ira apuntó con su pistola a un joven soldado porque un proyectil oxidado había atascado su arma. La actitud de resignación del muchacho mirando hacia abajo mientras la bala le atravesaba la cabeza. Y nunca aclara nada más.
Ganador de la semana del 15/09/2018 en el concurso del programa Wonderland de R4.