El atleta va por delante de todos, su sueño ya no tiene más obstáculos a superar que las últimas vallas hasta la meta. Ignora que la concordancia universal teje una correspondencia entre la vida del ser humano y la de otras criaturas. Esa es la razón por la que ha tropezado al salir de la última curva. De ahí que observe desconcertado cómo primero los pies, y poco a poco el resto del cuerpo, se desvanecen como si fueran ecos de un espejismo. Todo ello sucede al mismo tiempo que una oveja cansada de contar entra en un sueño profundo.
Publicado en Cuentos para el andén, número 69.
¡Me ha encantado! 👏🏻👏🏻👏🏻
Me alegro de que guste, Scout. Un beso!!